Para que no tengan dificultades en leer el articulo que les mencione en mi entrada anterior, se los pego:
Como tú, signo pequeño, como tú
Coincidencia, casualidad, simple azar. Este fin de semana, algunos de los amigos en Facebook de quien esto escribe se dedicaron a exaltar el uso de la coma, ese pequeño signo de puntuación gracias al cual hasta puede evitarse una guerra.
En el muro de Amelia Padilla Roig, correctora de estilo y ortotipográfica autónoma, asesora lingüística, encontramos un videíto de Casi Creativo, "El poder de la coma" (http://bit.ly/1D3T0qq), un corto animado sobre cómo una coma sin trabajo finalmente consigue una "changa", como decimos en el Río de la Plata. El video tiene una pregunta que introduce el tema con humor: "¿Cuándo fue la última vez que utilizaste una coma en un tweet o mensaje dewhatsapp?, ¿eh?... Haz memoria".
Padilla Roig ya fue presentada en Línea directa hace más de un año, "Algunos datos más sobre un oficio extraordinario" (http://bit.ly/1gbxFxz), por su participación como representante de La Unión de Correctores (UniCo, www.uniondecorrectores.org), asociación de profesionales de la corrección de textos, fundada en 2005, que acoge a correctores de estilo, correctores de pruebas y asesores lingüísticos.
El mismo fin de semana de Pascua, el periodista de este diario José Crettaz compartió el texto "La riqueza de la coma", de El muro de los idiomas, un sitio web de educación que está también en Facebook y que presentó así el tema: "«La coma, esa puerta giratoria del pensamiento», según nos decía Julio Cortázar. Y sí, sí que es importante". Algunas de las observaciones eran, por ejemplo, estas: "Una coma puede ser una pausa: «No, espere» o «No espere»"; "Cambia una opinión: «No queremos saber» o «No, queremos saber»", y "Una coma puede condenar o salvar: «¡No tenga clemencia!» o «¡No, tenga clemencia!»". El texto finaliza así: "Una coma hace la diferencia entre dos puntos de vista".
En un artículo publicado hace menos de un año en su columna "La punta de la lengua", el escritor y periodista Álex Grijelmo escribió sobre la coma justamente con este título: "El espíritu de la coma" (http://bit.ly/1GchPmy). A propósito de la nueva ley orgánica del Poder Judicial en España, y de su interpretación a partir de la ausencia de comas en un artículo, Grijelmo señalaba la importancia de haberla usado: "Ay, la coma. Qué grande es la coma. Qué diferencia entre «no lo hice como me dijiste» y «no lo hice, como me dijiste». La coma es un guarda de tráfico que envía los significados por una calle o por otra". Al final, Grijelmo concluía que, por no haber usado las comas, "la correcta interpretación gramatical del texto salió derrotada y 13 presuntos narcotraficantes quedaron libres. Fue la lucha entre el espíritu de la ley y el espíritu de la coma".
"Puerta giratoria del pensamiento", "guarda de tráfico" o, simplemente, para el DRAE, "marca gráfica (,) que, sin ser letra ni número, se emplea en la lengua escrita para contribuir a la correcta lectura e interpretación de palabras y enunciados", la coma recuerda ese poema del español León Felipe (1884-1968), "Como tú": "Así es mi vida, / piedra, / como tú. Como tú, piedra pequeña; como tú, piedra ligera; como tú,...", que es ejemplo del buen uso de la coma y del punto y coma.
Twitter: @gramelgar.
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